miércoles, 1 de julio de 2009

Orgulloso de ser humano

El 28 de junio se celebraron 40 años de las revueltas que dieron origen a los movimientos GLBT que actualmente se abrogan el derecho de representar a todos aquellos que no se califican a sí mismos como heterosexuales. Lo que una vez fue una protesta callejera hoy en día se ha convertido en una edición extemporánea de un carnaval internacional que, según interpreto, más que reivindicar derechos intenta ser una bofetada a los intolerantes.
No me sentía en capacidad de explicar lo que siento con relación al Día del Orgullo gay, por esa razón no escribí sobre él antes, pero mientras intentaba comentar el post de Monchis me explaye sobre el tema, así que preferí traer ese texto a este espacio.
Creo que nadie que me haya leído con detenimiento tendrá dudas sobre lo satisfecho que me siento conmigo mismo y las maneras como exijo y reclamo el derecho a vivir y ser feliz siendo el gay que soy, pero el asunto este del "orgullo" no lo entiendo bien.
Siento y creo que insistir tanto en nuestras diferencias nos alejan de quienes son diferentes a nosotros, ser gay es un aspecto más en nuestras vidas, uno muy importante, sí, pero uno más al fin y al cabo.
Etiquetas como "responsable", "leal", "confiable" o cosas parecidas me satisfacen más. ¿Qué importancia tiene con quién me acuesto o a quién amo a la hora de hacer mi trabajo o de ser buen amigo, hijo o hermano? He dicho muchas veces que la persona que soy me gusta mucho y que soy lo que soy en gran medida gracias al hecho de ser homosexual, pero no es menos cierto que muy probablemente hubiese terminado siendo igual de buena o mala persona de haber resultado ser del otro lado.
Estoy orgulloso de ser persona, de ser humano, de ser una buena persona y de esforzarme por encarnar lo que se ha convenido llamar "humanidad" para diferenciar esas cualidades de las que detentaron ejemplares como Hitler o Idi Amin, siendo extremista. Ser gays no nos hace mejores personas, los sabemos bien, que a muchos que detentan el mismo título no los sentaríamos a nuestras mesas bajo ninguna circunstancia.
Soy humano, uno de los buenos, eso me describe mejor y es mi razón principal para sentirme orgulloso de quien soy.

Un pana colabora