domingo, 25 de noviembre de 2007

Es parte de lo que soy

No sé si a ustedes les pasa, pero cuando un grupo de mis amigos homosexuales más frecuentados se reúne a conversar, por muy machos que cotidianamente uno sea, el plumero sale a relucir, y adjetivos como "hermana", "amiga", "querida", "maldita loca" y otras dulzuras no tardan en saltar de boca en boca.
Por alguna razón, este "código" se desarrolla y fortalece entre mayor confianza se tenga, y según esta crezca más "amiga", "hermana", "querida" y más "mardita loca" nos volvemos. No sé por qué, en verdad, pero es así, y no creo que ninguno de mis amigos (más bien mis hermanas) esté pensando siquiera en ponerse las tetas, y mucho menos en hacerse cortar los coroticos.
Me gusto varón, me disfruto varón, me gusta mi pene más que el de cualquier otro hombre, me gusta andar de pantalones y moverme como varón, pero también disfruto soltar algunas plumas cuando me reúno con mis hermanas.
Prerrogativa de ser marico, supongo.
Lo cierto es que es parte de lo que soy, de lo que mis muy queridas -y muy malditas locas- amigas mías son, aunque a algunos no les salga, que se puede ser marico sin afectaciones (¿verdad que sí, Doggie Houser?).

1 comentario:

Sandum dijo...

Pues si!!! Auqnue no tengo tantos amigos gays... Además tampoco tienes que estar acompañado para soltar plumita... (Not me, ok)...

Un pana colabora