viernes, 26 de junio de 2009

He sido testigo del fin de una era

El Rey ha muerto. La mujer que hipnotizó a millones también. Todo a escasos 17 días de mi cumpleaños número 40, como para que no me queden dudas que una era, la de mi primera juventud, ha llegado a su fin.
Recuerdo como si fuera hoy que hace cerca de 30 años mi vecina de al lado se lamentaba por la partida de Farrah Fawcett de "Los Ángeles de Charlie", ella no sólo no entendía cómo podían seguir adelante sin Jill Munroe, el personaje interpretado por la que fuera la esposa del Hombre Nuclear, sino que ansiaba su regreso a la serie en cualquier momento. Pobres e inocentes chicos latinos, qué íbamos a saber nosotros de discusiones contractuales, litigios y demandas por incumplimiento de contrato en las televisoras norteamericanas en una época sin internet.
De todos modos Farrah nunca nos abandonó, ni a mi vecina, ni a mi, ni a la mayoría de ustedes, mis queridos lectores. Les aseguro que los álbumes de descoloridas fotos de su infancia están plagados de retratos de mujeres luciendo largas cabelleras cortadas en capas, secadas con las puntas hacia afuera, imitando la melena más famosa de la televisión mundial.
Recuerdo que en nuestras acostumbradas vacaciones en Aruba nos atiborrábamos de chicle de determinada marca que ya no recuerdo-algo tenía que olvidar-, sólo para poder completar las barajitas con las que se armaba un poster de Los Ángeles de Charlie con la misma imagen del afiche que estaba pegado en el techo del cuarto de mi vecina y que permaneció ahí durante años y años. Farrah ha muerto y su larga cabellera ya no ondeará al viento y su lucha contra el cáncer, su labor de sensibilización sobre esta enfermedad y su apoyo a las luchas por los derechos civiles se han ido con ella.

Mientras Farrah enloquecía al mundo con su rubia melena, los oídos de los norteamericanos y del mundo se enternecían al escuchar la voz de un niño que rompía las barreras de la raza y se convirtió, según entiendo el mundo, en el primer niño afrodescendiente en impactar a todo el planeta con su arte, junto a cuatro de sus hermanos: Michael Jackson, el menor de los Jackson's Five.
Todavía recuerdo cuando, el mismo año que presentó a Lee Majors, Amador Bendayan llevó al plató de Sábado Sensacional a este grupo de negritos que cantaron "ei, bi, ci, guan, tu, tri" y la canción más tierna que se le puede cantar a una rata asesina -"Ben"- en la Venezuela del dolar a 4,30, cuando eramos ricos y libres y no lo sabíamos.
El niño creció, y en pleno 1983 lanzó al mundo el disco que ha alcanzado el título del más vendido en la historia, con más de 108 millones de copias: Thriller, con el que revolucionó la música, el baile, los videos musicales y la puesta en escena de espectáculos en vivo. Todos en mi generación queríamos la chaqueta roja con cierres por todos lados; todos hicimos, con mayor o menor éxito, el paso de la caminata lunar; todos quedamos con la boca abierta cuando lo veíamos balancearse en ángulos de 45°, de un lado a otro, sin perder el equilibrio, sin temblar, demostrando quién era el Rey. Luego enloqueció.
Le dio por parecerse a Diana Ross, por hacerse blanco, por casarse con la única que podía ser su esposa: la hija de Elvis Presley, el Rey que le precedió; por cometer actos pedofílicos, por alquilar vientre para tener hijos, por arriesgar la vida de uno de ellos al sacarlo por un balcón, por deformarse a punta de bisturí hasta convertirse en una caricatura ridícula y risible. Pero, ojo, nadie nos quita lo bailao y fue mucho lo que mi generación se movió al ritmo de sus canciones.
El Rey ha muerto, el ícono de la belleza femenina de una década también, y en una época donde el escándalo sustituye al talento (¿Quién dijo Britney?), sólo me queda afirmar que he sido testigo del fin de una era.

5 comentarios:

Joey dijo...

Buen cada dia uno se levanta pensando que todo era como siempre y ahi llegan los hechos que te transforman la vida, l amuerte de algunos es util para demostrar que se esta vivo y que aun ahi mucho por hacer.

Pase a saludarte a decirte que te anexe en mis links y que volvere, jejej

Un Abrazo.

Iliana Contreras dijo...

Bravo Carlitos, al fin leo algo franco, ecuánime sobre la trayectoria del rey del Pop, lo que yo quería expresar y no supe cómo. Es así, luego se comportó como loco, pero nadie le quita lo bailao (literalmente), es ícono musical, es patrón de generaciones, es legado, eso no lo atenuará ninguna de sus equivocadas acciones, porque en definitiva tienen un valor universal... Un besote Carlitos y feliz semana...Manikita.

Pd: Epale, te atreves a publicar este texto en facebook, sería genial que lo compartieras con un mayor número de personas :)

Caco dijo...

Tocayo, como siempre paseándome por acá... viendo cuanta razón tienes al decir "el fin de una era" el ícono Farrah, mujer que admiré y a costa de su ida forzosa admiro. Cómo me agradó su existencia. Aún queda por ver un documental sobre el cáncer que ella preparó, como su acto de despedida ante su derrota inminente contra esa enfermedad.

Por otro lado, de Michael queda mucho, fue un hombre que abordó un todo en un solo cuerpo. Fue negro, mulato y blanco... ¡hasta en español cantó! y de sus bailes y videos ni se diga.... manera particular de cerrar pautas. Lo cierto es que no han quedado puesto vacantes, en esencia no hay entes que se puedan reemplazar!! Veremos nacer una nuevos íconos, y nuevos amaneceres en el acontecer, mientras tanto la historia sigue corriendo.

Saludos, excelente artículo.

Milo Gasa dijo...

Yo me pregunto, ¿sería a Dianna Ross o mas bien a Elizabeth Taylor?, porque tenía algo de ambas, ¿no crees?.

Un abrazote.

Monchis dijo...

En vida alcanzó la fama.

con su muerte la consagración.

Saludos,

Un pana colabora